Este miércoles 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, aunque en Venezuela quizás sea muy poco, o no haya nada que celebrar.
Susana Raffalli, nutricionista especialista en seguridad alimentaria, explicó para “El Toque de Diana” que este día se toma para realzar la nutrición efectiva en cada nación, sin embargo, según las últimas cifras registradas respecto a las cajas CLAP (mecanismo del gobierno de Nicolás Maduro) “las personas están reclamando una disminución sustancial de los productos y el contenido proteico es muy pobre”.
Raffalli, explicó que en Venezuela la meta de mantener una nutrición efectiva a nivel de consumo de alimentos, equilibrar sus porciones y mantener un entorno afectivo en casa, no se está logrando. “Se han realizado evaluaciones para incluir a los niños en programas nutricionales. Sin embargo, esto varía según el poder adquisitivo de los padres para poder mantener un control o hacer seguimiento”, dijo.
Indicó que el último salario aprobado y anunciado por el gobierno de Nicolás Maduro, alcanza solo para el 5% de lo que se puede adquirir de la Canasta Básica, al tiempo que advirtió que la desnutrición aguda en Venezuela se ubica entre el 10% y 12% “esto representa un nivel de desnutrición grave en los niños. 3 de cada 10 niños tienen un retraso cognitivo y de crecimiento por desnutrición, y si es niña, es peor”.
Expresó que la ausencia de servicios también afecta la nutrición efectiva de los niños “llevándolos en muchas ocasiones a la muerte por mala alimentación. Hay un rezago cognitivo en esta generación de niños, se prevé que en 20 años este retraso representará una situación precaria en el país”.
Susana Raffalli informó que las estadísticas que lleva según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), reportan un incremento sostenido desde 2012 hasta el año en curso que indica que 22% de la población venezolana está en situación de hambre “esta cifra representa aproximadamente unos 7 millones de personas”.
“Llegamos a una situación lamentable lo que estamos viviendo en el país en materia de nutrición”, sentenció Raffalli y es de la opinión que “hay pocas de las cuales estar orgullosos un día como hoy, luego de ser un país bandera en la importación y exportación de alimentos”.
El indicador universal de pobreza extrema se define por el sueldo mínimo que percibe cada familia para poder comprar comida, cuya cifra debe ubicarse a partir de los 60 dólares, con el nuevo aumento salarial, los venezolanos tendrán alrededor de 15 dólares, cuando actualmente la Canasta Básica se ubica sobre los 3 millones de bolívares para una familia de 5 miembros.
“La nutrición es el resultado final del buen comer, un buen estado de salud y afectivo”, dijo Raffalli y reiteró su preocupación la población infantil en Venezuela. “Quienes importan son los niños y su buena alimentación. En especial la lactancia materna. Que los niños lleven un control de crecimiento y vacunas”.
Susana Raffalli no dejó pasar la oportunidad para ofrecer una serie de recomendaciones, entre ellas, a quienes tengan agua o puedan conseguirla “es que se hiervan y se purifique para su consumo”.
“A pesar de las dificultades, mantener un entorno afectivo durante la convivencia y al momento de ingerir alimentos. A evitar los patrones de violencia y que la situación externa afecten los vínculos familiares”, advirtió.
David Peñaranda